Toda nuestra niñez y parte de nuestra juventud nos vienen preparando para lo que sigue, que sería elegir una carrera, estudiarla, y al final de todo ejercerla. En el trayecto de la preparación, nos cruzamos con mucha gente, algunas las llevo en el corazón, a otras prefiero olvidarlas. Comienza la cuenta regresiva, para que lo es hoy, y fue ayer, un grupo de 10, o lo que fuere, quede en 4 o 3. Porque ya nada va a hacer lo mismo, y porque cada uno tiene que tomar su camino y ver lo que nos tiene preparado la vida.
Me encantaria irme pero llevar a mis amigos conmigo, a mi familia, y a todo mi entorno que tan feliz me hace.
Me siento, y con un peso menos al saber que rendí mi previa y aprobé.
Lo único que puedo agregar es que no hay que dejarse vencer, yo probé esta teoría y me dió resultado.
Era de madrugada, y no podía dormir de los nervios que tenia, mis uñas no existian más, me las habia comido todas, pero no dudé en repasar, en dormir, en ir el domingo anterior a la misa y pedir para que salga bien, a ir a lo de mi abuela y a pedirle un beso, y que me desee buena suerte.
Parece que todo eso funcionó y gracias a todos y por todo, porque me ayudó para que hoy este aca.

Como dicen...Dios nunca te dará más de lo que puedes cargar, así que carga tu cruz y regocíjate en el premio.