La vida es verdaderamente injusta. Deseo tan poco y aún así no logro conseguir nada. El dolor más grande que tengo en el pecho en este preciso momento es saber que mucha gente está en sus casas cenando con ambos padres o mirando una película cuando yo simplemente tengo a mi  madre arriba tratando de superar el dolor de haberse ilusionado con un hombre que nos rompió el corazón para irse con otra. Lo que siento es que nunca viví lo suficiente con el, y que ya no lo voy a vivir por el simple hecho de que no tenemos la mejor relación, en realidad ni nos dirigimos la palabra. Se me parte el corazón con solo pensar que todos tienen eso que yo tanto quiero, y no me refiero a tener un padre porque de hecho si lo tengo, sino que no es de la forma que me gustaría. Lo triste de esto es que además no queda otra que esconderse detrás de una sonrisa fingiendo que todo está bien, luchando como si no pasa nada. Aunque en este momento de mi vida ya no hay la opción de tropezar y no levantarse, únicamente hay que luchar, no mirar a ese pasado. un tanto presente doloroso sino es para aprender de aquellos errores y seguir el camino.