En la vida damos y recibimos, así como sonreímos, también lloramos, ni hablar de que nos topamos con obstáculos que nos hacen caer, pero siempre teniendo presente que "hay que caer 7, y levantarse 8". 
Sin embargo ni esos momentos felices que vivimos nos va a enseñar, o a preparar para dejar ir a los que nos importa, los que nos alienta a seguir, eso que a su vez como nos saca una sonrisa, nos pone una lágrima en la mejilla. Nadie quiere perder, todos queremos ganar, nadie está preparado para los finales, y menos si no son finales felices.
Vivir no viene con un "multiple choice" que te permite elegir la opción correcta, no queda otra que probar, y ver si funciona.
Quizás hasta a veces sufrimos más con lo que nos imaginamos que con lo que en realidad sucede.